7 feb 2007

Ruta de ...

... las Aves(nombre original)
... las Aves de Corral
... las aves Mojadas
... los ciclistas mojados

o como quiera completarle usted.

Todo comenzó en Tulancingo Hidalgo, nos reunimos 9 ciclistas: Geraldine (Santa Geral), Arturo (el Rambike) Soto, Heber (Rutaextrema) Lara, Guillermo (Memo) Franco, Victor (San Oso) Alfaro, Jose (Pepe) Islas, Benjamin (va a abrir) Ortega, Lulo (San Lulo) y un servidor Erwin Morales. Como siempre en la gas con domicilio conocido para lanzarnos de ahi a Cuetzalan Puebla. Salimos un poco retrasados porque (casi) todos llegamos un poco después de la hora de la cita. No cabíamos en la camioneta Rutaextrema así que nos echamos un volado y Arturo llevo su carro para transportar al resto de los ciclistas.

Ruta Extrema F600

Después de algunas vueltas que tal vez no debimos de dar pero que sin embargo dimos, después de encontrarnos con algunos personajes como aquel que nos dijo: "Cuetzalan esta rebonito para andar en bici, pero se van a romper su madre!" y de unas tortas que apaciguaron mi enorme hambre, llegamos a las cabañas donde nos hospedaríamos. Domimos tranquilamente, al menos fue mi caso.

Muy temprano desayunamos en el lugar mientras se daban las ultimas informaciones y advertencias. Así salimos rumbo a nuestra aventura con la amenaza del Oso que nos dijo que el tiempo iba a estar de la fregada. A esto Benja muy optimista dijo la frase de la salida: "Al rato va a abrir".

Comenzamos el descenso y pasamos por Cuetzalan (el hotel estaba en las afueras), un bonito poblado entre la niebla, sorprendente y lleno de magia, tengo que regresar por muchas muchas fotos. Durante los primeros kilómetros ocurrieron los únicos dos accidentes del día, Arturo y Memo pagaron la cuota del piso resbaloso, afortunadamente después de esto extremamos precauciones y la cosa fue mejor para todos.

collagecuetzalan

Posterior a Cuetzalan prosiguió un descenso bastante divertido con un paisaje único entre mucha vegetación, plantaciones de muchos productos y mucha gente amable que se asomaba por sus ventanas a ver como 6 locos sobre bicicleta pasaban super enlodados y bajo la lluvia o llovizna según fuera el caso. A diferencia de nosotros la gente de esa región siempre procuran estar lo mas limpios posible, es impresionante ver los pantalones súper blancos en medio de tanto lodo, aunque como siempre hay sus excepciones.

Prosiguieron unos columpios continuos en los que se disfrutaba de un breve descenso para después continuar con alguna subida resbalosa que hacia probar la tracción de las piernas y con esto diferentes tipos de paisajes y vegetación. En algún momento de la rodada dejó de llover y se sintió un poco mas de calorcito, lo que a mi me animó pues pensé que hasta ahí llegaría la lluvia y que nos dejaría continuar con el camino normal. Pero no, estaba muy equivocado porque esta siguió y con esto un desgaste mucho mayor a que si fuéramos sin tanta lluvia.

Lodo

Como era de esperarse después de tanto lodo y agua, las bicicletas comenzaron a dar un poco de lata, afortunadamente solo se rompió la cadena de Benjamín pero lo que si resultó grave fue que los que llevaban V-Brakes se les terminaron las zapatas y a los que llevábamos discos las pastillas por mas ajustes que tratamos de hacer. Así después de varias horas de pedaleo sobre caminos de terracería y algunas de pedaleo sobre carretera pues asi lo indicaba la ruta, llegamos a una población bajo la lluvia y decidimos que no era bueno continuar con eso, la lluvia estaba molestando ya demasiado y la ruta marcada por GPS indicaba carretera así que después de la respectiva negociación nos llevaron en camioneta de transporte público a la población del Espinal, donde tomaríamos el autobús que nos llevaría a Papantla, nuestro destino del día.

En el Espinal, ya sin el calor de la pedaleada y una lluvia fría que no nos dejaba, todos estábamos temblando de frió y el milagro se dio. Por pura casualidad y destino iban pasando por ese poblado en el momento preciso Geral, el oso y Lulo con la camioneta y el auto de Arturo que contenían (por fin!) nuestra ropa seca que tanto nos hacía falta después de tantas horas empapados. Decidimos continuar hasta Tecolutla en auto pues era innecesario continuar en bicicleta dadas las condiciones del tiempo, nuestra ropa mojada y el tipo de camino que tomaríamos (carretera).

Llegamos a Tecolutla con mucha hambre y aunque yo estaba buscando un restaurant de mariscos que conocía a la orilla del río, caímos con "el General" donde comimos y nos supo a gloria, platicamos bastante, nos reímos mas de lo que ya lo habíamos hecho previo a la ruta y durante la misma, y seguimos esperando a que "abriera el cielo", cosa que nunca ocurrió.

Nos hospedamos en un hotel de Tecolutla, cosa no tan fácil pues estaban llenos de paseantes que fueron a disfrutar de la lluvia de este destino de playa. El domingo por la mañana regresamos hasta Tulancingo con las ganas de repetir la aventura con condiciones climáticas mas favorables.

Dentro de lo lamentable fue que todo el tiempo llovió y por lo tanto sacar la cámara para tomar mas fotos fue difícil y sentí que mi cámara estaba ya muy húmeda pero demostró que es la de batalla y siguió tomando fotos hasta el final.

Y de cosas buenas, pues muchas, convivir con los rodantes y el santo Staff y compartir tantas cosas con el simple hecho de ir. Gracias a los asistentes, gracia al Staff.

Las fotos estan como siempre en Flickr.

3 comentarios:

Juancho dijo...

Hermano, excelente relato de ruta y las fotos estan estupendas. Que cantidad de lodo y de verdad se ve q1ue pasarton el frio hereje. Bien, saludos desde Venezuela.

Anónimo dijo...

Por fin llegaron las tan esperadas fotos! poquitas pero chidisimas y la reseña excelente, un abrazo mi estimado Erwin y estamos en contacto.

vonkinder dijo...

muchas gracias por sus visitas, saludos a Venezuela y Tulancingo

Aquajcho: Tal vez algún día podamos rodar con ustedes en su país o en el nuestro.