15 oct 2006

Visita a "Veinte lagunas o muchas lagunas" (en Náhuatl)

Zempoala
Esta ocasión podremos decir que tuvimos una rodada que nos dejó varias reflexiones el día de hoy además de todo un derroche de paisaje y agua por arriba y por abajo, es decir, que desde que partimos de las cruces hasta que concluimos esta travesía nos llovió y sorteamos las mini-lagunas del trayecto para ganarnos el derecho de pisar triunfantes el Parque Nacional Lagunas de Zempoala ubicado entre los municipios de Huitzilac, Morelos, y Ocuilán de Arteaga, Estado de México.

MTB-XSurCon la idea de consumir aproximadamente 35 Kms comenzamos un tanto desanimados por la bruma y la pequeña lluvia: Emiliano como guía, Israel, Mauro, Chispa, Edgar –Brasileiro-, Alex Meyer, Gerardo, Juan Carlos, Octavio en la reta y la que escribe estas líneas con la bienvenida del descenso de piedra de las cruces para atravesar los valles circundantes del Ajusco antes de llegar al cerro del Capulín y ascender cerca de 10 kms antes de la bajada a nuestro destino.

ROMPIENDO EL HIELO
Si finalmente sabíamos que encontraríamos - dado el clima y las lluvias - varios tramos difíciles de lodo, charcos y lagunas en principio nos resistíamos a la enlodada, pero el primero que “rompió el hielo” fue Isra quien al atravesar una laguna lo sorprendió un desnivel de cerca de 1 m de profundidad, esto lo tengo que narrar como video y en cámara lenta para tratar de describirles a detalle este momento que nos lleno de risas:
PLAY
El protagonista se muestra muy concentrado trazando la mejor trayectoria para evitar bajarse de la bici y pasar triunfante esta prueba, su recorrido era de aprox 500 mts de laguna. Pasando la mitad de esta, buscando conservar el equilibro entre el fango y lodo su llanta delantera picó en un desnivel provocando un caballazo en la bici, el conductor se suspendió por unos segundos en el aire tratando de controlar su vehículo –no sé por cuánto tiempo más- hasta que algo lo salvara de tremenda mojada y embarrada, su rostro desfigurado por la sorpresa y la angustia de la inminente zambullida gritaba NOOOO OOO … ooo ooo! … Y sí! … No le quedo más remedio que doblegarse a la gravedad y empaparse de las aguas del Ajusco. La risa no se hizo esperar de todos los que pudimos presenciar, en primera fila, este momento.
STOP

LA MORALEJA
Este grupo se caracterizó por ir a un paso constante por el temor de enfriarnos y ser objeto de una hipotermia o calambres. Sólo Juan C. se rezagaba en el ascenso por largos tramos cosa que me desesperó y la barredora (Octavio) me pidió que fuera más comprensiva y que él se encargaba de esperarlo. Una vez compactados continuamos el camino que se convertiría en el esperado descenso por single track lleno de piedra y de una ligera corriente de agua de lluvia en donde sufrí una caída en plenas piedras que me dejaron un buen rato tumbada antes de que me recuperara del golpe … Retracé al grupo poco más de 20 mins. Oopss! Después de la caída de Isra, Emiliano encontró otro desnivel provocando un RE-PLAY a la escena que les describí antes y Mauro – al final de la rodada- quien venía en mi dirección para reírse en mi cara lo sorprendió un hoyo y probó suelo impidiendo que llevara a cabo su descarada travesura.
Estos hechos nos dejaron una o varias moralejas que comentamos a la hora del almuerzo y que aplica en todo lo que vivimos en esta travesía: “Hay un Dios!”, “Los valientes no corremos”, “como te ves me vi y como me veo te verás”, “si Dios fuera mujer el cielo sería rosa”, “Es más triste andar a pie” (pues fuimos objeto de muchas miradas al llegar a las lagunas en plena llovizna empapados y por meterme a nadar aunque estuviera prohibido hacerlo).

Cumplimos nuestro objetivo contentos con tanto derroche de belleza que esta tierra aún nos regala (que llevaremos en la memoria a falta de cámara), las Lagunas como en mucho tiempo no se veían estaban plenas -según testimonio de los lugareños- se desbordaron por la afluencia de los ríos que las nutren que descienden de la serranía del Ajusco y otros montes vecinos, así como por el agua de lluvia. Por tal motivo el acceso a la zona de comensales estaba invadido por la laguna a una altura de 40 cms que todos los x-sureños surcaron arriba de la bici con éxito menos yo, que perdí el control cayendo, así que, literalmente nadé en las Lagunas de Zempoala.

2 comentarios:

vonkinder dijo...

Que buena reseña con todo y videos incluidos, que youTube ni que nada!
saludos, que lástima que me la perdí.

Das Kompater dijo...

Das Kompater muere de envidia por la reseña y por la aventura... ¿tienes alguna ruta para San Cristobal? Felices rodadas y felices reseñas...

http://daskompater.blogspot.com