Mensaje para la familia cletera

En esta temporada podemos escuchar y ver en casi todo rincón del mundo buenos deseos, armonía, paz y esperanza. Para unos es motivo de reflexión, de tomarse un respiro y revisar el balance de lo acontecido durante 365 días de nuestra vida y plantearse nuevos retos, para otros, es la oportunidad de los excesos y de justificarse en la negatividad. Yo me pregunto: ¿Para qué sirve la Navidad? Para la salud mental, me respondo. Considero que es importante su existencia y aunque los paradigmas establecidos por costumbre o tradición rigen nuestras vidas, no cabe duda que a cada rol que vamos desempeñando le damos un peso como parte del reto de simplemente existir.

El salir a la montaña con el único fin de tener contacto con la naturaleza -que aún nos queda- a través de nuestro esfuerzo y llegar a esos rincones en donde de otra manera no iríamos es uno de los valores que hacen la unión en los grupos de ciclistas -o que debería hacer la diferencia- no debemos dar cabida a egocentrismos en este deporte y cooperar unos con otros para que al menos en este estilo de vida dejemos las cosas triviales de lado y procuremos la armonía hombre-naturaleza en su forma más primitiva, pero con ventajas significativas gracias a la tecnología. La competitividad no es restringida en ningún ámbito y para ello existen las competencias en donde se puede jugar algo de por medio y probar nuestro nivel.
Este año, como es bien sabido, fue el año en el que se pudo lograr una sinergia de algunos grupos de ciclistas del Distrito Federal (X-Sur, MTB-Explora y Rodamontes del D.F. principalmente), de Hidalgo (Rodamontes, Tigrillos, Ruta-Extrema, Ram-Bike, entre otros) y de Puebla (Puebla-Bikers), además de los grupos más experimentados y de autoría en el medio como Sólo-Montaña, pero ¿Y qué sigue? ¿Qué objetivos se van a perseguir en el año que comienza? ¿Qué cosas hay que mejorar? ¿Qué labores tendrán los líderes de cada grupo para mantener los lazos amarrados? ¿Cómo vamos a apoyar los que estamos colaborando?, éstas y muchas más preguntas me saltan a la mente cuando repaso que, si bien en cierto, ha sido un año de crecimiento, siempre hay algo más por mejorar para evolucionar y mantener vivo el deseo de pertenecer a este movimiento cletero que para muchos no sólo es una actividad de fin de semana, si no repito: Un estilo de vida.
Sin lugar a dudas, se van a necesitar muchas ideas primero y, luego muchas manos para poder llevar a cabo esas ideas que reditúen en un logro personal y colectivo mientras tengamos espíritu y piernas para surcar caminos. ¿Quién le entra?

Objetivamente, se cierra un año muy productivo para los grupos mencionados y mejores expectativas, que dependerán de cada uno de nosotros, para el año venidero.

¡FELICES RODADAS LES DESEA RODANDOMX!