5 nov 2007

Montaña de los Leones

Bueno... pq no una segunda versión?

Este domingo después de día de muertos nos dimos cita dos chicas ciclistas (Gaby y Bety) y unos 15 cletos warros (Jazv, Brasileño, Muro, Paquito, Fiurer, Jorge y Rodrigo Dzib, Octavio, Marco, Hans, yo y quien se me escape)
afuera de las oficinas de IBM Santa Fé para luego dirigirnos al estacionamiento de la Venta, a las orillas de la autopista a Toluca. Hacía frío pero se notaba que sería un buen día como realmente lo fue.

Las niñas

Comenzamos muy parejos, iba gente que era su primera rodada de montaña pero la verdad es que ni se notó, aunque en ocasiones jalábamos la bicicleta por las fuertes pendientes, creo que nadie se rezagaba demasiado y que bueno porque (de nuevo) ni radios llevábamos.

La subida de repente se ponía pesada pero llegamos a un punto en que en teoría habíamos terminado, ahí nos detuvimos, comimos algunas porquerías de las que siempre solemos llevar (barras, barras, barras), descansamos y comenzamos la diversión de la bajada con escalones, algunos troncos atravesados, drops a los que les teníamos un poco de respeto pero finalmente algunos los brincamos (que mas da!).

La bajada intensa tenía que terminar, como todo lo bueno y llegamos a la parada obligada (la comida) no sin antes pasar por algunas Ermitas (y no la de Iztapalapa) que están en los alrededores del ex-convento del del Desierto de los Leones.

Después de algunas sopas, kekas, cecinas (verdad Bety?), y demás cargas calóricas continuamos ya la parte final de la rodada, que se extendió un poco mas de lo esperado debido a una pequeña desviación en la ruta, bajamos una increíble y frenética pendiente que lastimosamente tuvimos que subir posteriormente. En un punto del camino los guías (Paquito y Mauro) creo que se sintieron un poco desorientados así que a puro treking se fueron a explorar, yo les seguí en cleta y cuando los encontré nuevamente ya casi llegaba a los autos.

Cuando llegué al carro, tenia varias llamadas perdidas y pues tuve que irme sin despedirme (1000 disculpas) pero ya nos veremos en la próxima aventura xsureña.



Por cierto del ex-convento...

Esta construcción perteneció a la orden de los carmelitas descalzos, quienes llegaron a México en 1600 procedentes de Italia con la misión de evangelizar indios de América.

Dentro de esta orden se acostumbraba, a manera de penitencia y reposo espiritual, habitar los llamados "Desiertos", palabra destinada por ellos al referirse a lugares aislados, boscosos, pintorescos y alejados del bullicio humano. En estos sitios los frailes realizaban penitencias como la autoflajelación y el ayuno, así como votos de silencio.

El Desierto de los Leones de Cuajimalpa fue la primera construcción que la orden decidió levantar desde sus cimientos.

La persona que costeó la construcción fue el señor Melchor de Cuéllar, ensayador de la casa de moneda, quien en su juventud pensó en tomar los hábitos pero su vida lo llevó por otro camino. Casado con doña Mariana del Águila y sin procrear herederos, su fortuna fue destinada para obras de la iglesia.

Fuente: Elvia Chaparro © Terra.com


FOTOS! FOTOS! Pásele!!!

Erwin (Completas)
Fiurer
Brasileño


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